21 de septiembre de 2010

27

Me siento en mi esquina favorita. El funcionario que huele mal está de turno, y al poco de haberme sentado a leer detiene el arrastre de sus pies frente a mi celda:
-¿Qué estas leyendo 2114? -dice como si le importara.
Yo me hago el sordo y sigo con Zaratustra. No me gusta ese tipo. Y no es particularmente por el olor, es demasiado calvo, su cabeza brilla como un barrote, suda... y lleva tatuada una palabra en la espalda; pero escrita con las letras al revés, es decir, la parte de arriba de las letras abajo y viceversa.
Cuando se arrodilla frente a otro hombre y baja su cabeza brillante, sólo entonces, puede leerse el tatuaje